Hechizo de Navidad
El ciclo navideño era, en tiempos remotos, el prescrito para cambiar de rumbo y seguir adelante. Necesitas: ⇒ Dos velas blancas ⇒ Dos cebollas ⇒ Un cordón rojo ⇒ Sal ⇒ Palitos de abedul Las cebollas y la sal son ambas purificadoras y te ayudarán a pasar por este trance para realizar un nuevo comienzo. El 23 de diciembre, enciende las velas y mientras te concentras en su luz, sujeta las cebollas con el cordón rojo al tiempo que dices: Espíritus del pasado y del presente, retened el mal y que prevalezca la armonía y el júbilo cuando transcurra este día. Cuelga las cebollas de las puertas delantera y trasera de tu casa. Si no dispones de entrada posterior, sujeta una de las cebollas de una ventana. En la Nochebuena retira las cebollas y échales sal. Recoge el cordón y luego quema o entierra las cebollas. Llévate los palitos de abedul a la frete y cuélgalos después con el cordón rojo en donde antes estuvieron.